Hay ocasiones en las que el narrador de una historia se ve asediado por las voces de lo que podría llamarse otro narrador, este suele, en algunas ocasiones, causar revuelo y caos, en otras como es el caso de David Cantero, suele entrometerse para hacer más verosímil la historia. Errores ortográficos, referencias directas y uso excesivo de palabras rimbombantes para exponer los vicios humanos son los medios que David Cantero utiliza para hacer de su escritura lo más natural posible.
Como pudo constatar el lector dela entrega pasada la intromisión del narrador David Cantero se hizo presente, pero la crítica no se hizo esperar y bombardeó el texto sin concederle un poco de misericordia por lo menos a su contenido -se dice que un texto con faltas de ortografía se ve mal desde lejos por eso el segundo narrador, o sea yo, trataré de verificar si esas "faltas" no descomponen tanto el texto. Sin duda, David Cantero no estaría de acuerdo pero si lo que queremos hacer es una novela, la historia de la conformación de una revista literaria esta tiene que tomar una posición firme y seria -aunque los escritores de Tolerancia Cero nunca fueron serios- pues incluso en un chiste lo que nos hace reír en verdad es su parte formal.
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